Escribimos este artículo para trasmitiros lo ocurrido el pasado miércoles en la consulta #odontopediatra de la Dra. Indira Causevic en la #clinicadental de #Torrevieja #lucreciabotella.
Es un relato precioso debido a que otros sentidos del niño se multiplican por causa de esta discapacidad, sobre todo los del tacto y la audición.
Como siempre, el primer contacto de la Dra. Indira fue de lo más cariñoso posible, ganándose la confianza del niño.
El niño no quería entrar a la consulta dental y estaba asustado.
Se creó una situación de unidad mediante las continuas caricias al niño de la Dra. Indira, mediante el tacto.
Sentó al niño con mucho cuidado y sin brusquedad.
“Es muy útil tocar al niño dándole confianza mientras realizamos las maniobras”.
Haciéndole partícipe de por qué está en la clínica dental, y enseñándole a desarrollar el lenguaje y el conocimiento de su entorno próximo, como los botones del sillón dental, la escupidera, el vaso de agua, etc., fue relajándose.
“Hay que dejarles tocar los instrumentos que podamos”.
Estos niños son muy asustadizos a los ruidos, con lo que hay que tener cuidado con los sonidos alarmantes.
Cuando el niño descubrió que al pulsar un botón en el cuadro de sillón dental se accionaba el grifo de agua para enjuagarse la boca, se bebió casi un litro de agua.
“Tienen el sentido del gusto muy agudo. Rechazan sabores fuertes. Muchos de nuestros productos tienen sabores poco agradables. También rechazan algunos tipos de dentífricos o de pastas profilácticas.”
Al final, el niño no quería bajarse del sillón dental y no quería irse de la clínica dental de lo a gusto que estaba.
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Mucho más que una Clínica.
En las mejores manos.