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El incremento de la población con piercings labiales e  ha provocado un aumento de estos pacientes en las consultas odontológicas. Los piercings en lengua, labios y boca suponen riesgos para los tejidos periodontales.

Según un estudio realizado recientemente  en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, el 72 % de las personas que lleva piercings en la boca ha sufrido alguna complicación posterior a su colocación. También la revista estadounidense “American Journal of Clinical Dermatology” ha publicado un artículos sobre las numerosas lesiones que provocan estos detalles estéticos.

A continuación comentamos algunos de los problemas orales asociados al piercing tras su colocación:

  • Inflamación
  • Dolor
  • Dificultades para hablar y masticar
  • Aumento de la salivación
  • Infecciónes
  • Reacciones alérgicas a los materiales

Al cabo del tiempo, los adornos orales también provocan otros daños como fisuras, abrasiones, pigmentaciones, ulceras, crecimiento exagerado del tejido cicatricial o depapilación, perdida de tejido que hay entre diente y diente. Los golpes provocados por los piercings pueden conllevar a la rotura de un diente. Un estudio concluyó que el 47% de las personas que llevaron el piercing en la lengua durante 4 años o más, sufrieron como mínimo la rotura parcial de un diente.

El profesor David Herrera, de la Universidad  Complutense de Madrid, afirma que a largo plazo, empieza a acumularse en el piercing placa y sarro, se acumulan bacterias y se inflaman los tejidos de alrededor, lo que supone una causa de halitosis ( mal aliento) . Además, el roce repetido del piercing con la encía va a provocar una retracción de la misma e incluso daño en el hueso que soporta el diente, hasta causar la pérdida de la pieza. Precisamente esta lesión periodontal es la que más preocupa a los profesionales de la odontología. Según los estudios de “Dental  Traumatology” al menos un 35% de las personas con pendientes en la lengua o en los labios experimentan recesión gingival.PIERCING PAINT

Son muchos los médicos que recomiendan no perforarse la lengua, acentúan que la boca es un importante foco de infecciones donde residen millones de bacterias distintas. Una perforación aumentaría este riesgo e incluso se propagaría a otras zonas del cuerpo. Cabe destacar, que los piercings linguales suponen cierta dificultad en la intubación endotraqueal en las intervenciones quirúrgicas.

Si a pesar de los riesgos, y después de investigar el tema, decide someterse a una perforación en la boca, asegúrese de hablar con su dentista o especialista en este procedimiento y siga los consejos que le den sobre el cuidado en el hogar.

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